Sursiendo, Comunicación y Cultura Digital somos un colectivo mexicano con más de 8 años de trabajo de los derechos digitales colectivos y la autodefensa digital, guiados por la inspiración del software y la cultura libres, los [hack]feminismos y caminando hacia los procesos de soberanía tecnológica. En ese caminar, consideramos importante acercar las tecnologías libres a las luchas por el territorio y los derechos humanos, y también llevar estas a la lucha por un Internet abierto, seguro y biodiverso.
Así, en 2018 realizamos un proyecto de investigación (also available in English) sobre seguridad digital con organizaciones sociales de Chiapas, México, con la finalidad de contar con un diagnóstico sobre la situación de este tema en la región.
Nuestro objetivo es que el presente informe sea un aporte a los trabajos que se vienen realizando en torno a las tecnologías y el activismo social, especialmente el que se realiza en zonas con importantes riesgos de violencia. Y por supuesto, también a las organizaciones sociales con las que seguimos trabajando.
Nos planteamos hacer este proceso de diagnóstico con defensoras y defensores de derechos humanos basado en metodologías de la educación popular y dinámicas participativas con talleres, encuestas, entrevistas y fichas de información, yendo a sus contextos, conociendo sus espacios, para pasar a analizar toda esa información y posteriormente hacer una devolución que sirviese para tener una base firme para realizar un acompañamiento de largo plazo que permita mejorar las prácticas que se tienen en sus entornos digitales.
Han sido meses muy enriquecedores, de aprendizajes, angustias, risas y sorpresas, y pensamos que el resultado es muy valioso, que sirve como base para trabajar en profundidad sobre las herramientas que usamos, cómo lo hacemos, los riesgos existentes y los retos que tenemos para hacer real un proceso de apropiación tecnológica y fortalecimiento de la seguridad digital que permita apoyar las acciones de defensoría que las organizaciones sociales de por sí llevan adelante.
En el informe encontrarán un apartado sobre el Contexto de Vigilancia con un repaso a la situación de la seguridad digital en México y en Chiapas en el que destacamos particularmente la situación en nuestro Estado, con algunos casos de criminalización hacia informadores críticos y activistas de las redes sociales. Continúa el apartado referido a la Investigación, la cual consideramos la parte central del trabajo y donde exponemos nuestra investigación con ocho organizaciones de Chiapas que trabajan distintos ámbitos, como los derechos humanos, migraciones, derechos de las mujeres, defensa de la tierra y el territorio, acompañamiento a comunidades en resistencia o con propuestas alternativas al modelo extractivo de “desarrollo”. En ella vemos qué herramientas digitales se usan, qué dificultades existen, qué amenazas, y qué actores pueden estar interesados en conseguir esa información. Finalmente encontrarán las Conclusiones donde, en palabras de las propias personas participantes encontraremos que “decir ‘no tengo nada que esconder’ es muy fácil, pero todos tenemos cosas que no queremos que estén ahí”.
Nos resultó muy enriquecedor compartir este camino de aprendizajes mutuos, que en algunos casos seguirá mediante un acompañamiento más personalizado. Sabemos que en sí mismo, hacer un verdadero proceso de ‘apropiación’ a largo plazo es un reto. A eso podemos sumar que, desde los grupos y organizaciones de derechos digitales que pretendemos acompañar dichos procesos, aún no tenemos suficientes ejercicios ‘de largo plazo’ realizados ni contamos con herramientas adecuadas que nos puedan apoyar a ‘medir’ los resultados. Generar estas herramientas son, en sí mismas, tareas a desarrollar.
Nos gusta pensar Internet como un territorio, ese “espacio vivido, sentido y parte integrante de nuestra cotidianidad”, según lo define Arturo Escobar (2010), que es escenario de muchas de las relaciones sociales actuales. Pero ese territorio, como muchos otros, está amenazado por la vigilancia y el control, la criminalización y el despojo, la comercialización de datos personales y la falta de ética. Por eso, mientras seguimos caminando en ese internet como territorio en disputa, trabajaremos por un espacio digital que sea una construcción social para que podamos habitarlo como un espacio de libertad e igualdad, que nos permita aprender y relacionarnos desde los cuidados y desde la lógica de cómo fue pensado: libre, abierto y compartido para que ayude en la construcción de otras autonomías.