¿Sabías que más niñas denunciaron haber sufrido acoso online que en la calle? Durante la pandemia, el uso de internet aumentó entre un 50% y un 70%; esto ha hecho que las mujeres y las niñas sean más propensas a convertirse en víctimas de la violencia en línea. Las mujeres que se reconocen con múltiples identidades, como población LGBTQ+ o grupos étnicos minoritarios, sufren aún más acoso, y esto las está llevando a autocensurarse, indica ONU Mujeres. Algunas reducen o dejan de usar las redes sociales por completo, menciona Plan International. En honor al Día Internacional de la Mujer, celebramos el arduo trabajo de seis organizaciones activistas en América Latina, que están haciendo que los espacios digitales sean más seguros para las mujeres durante la crisis de la COVID-19 y más allá.
Este tema es importante para los derechos humanos. Como ocurre con otras formas de violencia, el ciberacoso contra las mujeres tiene graves consecuencias en su salud mental, como depresión, baja autoestima y miedo o vergüenza, lo que dificulta que las víctimas cuenten a otras personas lo que realmente está sucediendo. Esto tiene implicaciones para las personas en su vida profesional, círculos académicos y relaciones personales, pues el acoso en línea ataca constantemente la reputación de mujeres y niñas. Además, el acoso en línea es una herramienta que agudiza la represión patriarcal, donde una vez más los cuerpos, identidades y cosmovisiones de las mujeres se convierten en objeto de violencia.
Pero si bien las mujeres en Latinoamérica están muy familiarizadas con el acoso, también saben sobre organización, defensa y acción. Para abordar y contrarrestar la violencia en línea contra las mujeres, varias organizaciones que se enfocan en derechos humanos, género y derechos digitales, han lanzado creativas iniciativas locales y regionales en los últimos meses, extendiendo una “mano digital” a las mujeres que lo necesitan. Desde Access Now aplaudimos estas iniciativas en la región:
¡Aplausos, aplausos! Las organizaciones que luchan por las mujeres
De norte a sur, las organizaciones latinoamericanas reconocieron la urgencia de capturar información sobre las amenazas digitales a las mujeres, especialmente durante la pandemia. Esto ayuda a respaldar proyectos futuros, asegurar fondos para ayudar a las mujeres y mostrar el estado y el alcance de la violencia a las y los tomadores de decisiones de los gobiernos, lo que genera un cambio positivo.
1. Chidas en Línea – En México, la iniciativa lanzó un informe sobre el impacto de la violencia digital en las adolescentes de entre 12 y 17 años de su país. El proyecto es una creación de tres profesionales apasionadas por la investigación, Mariana Ramos, Candy Rodríguez y Angélica Contreras. Ellas trabajaron con el Fondo de Respuesta Rápida de Derechos Digitales, una organización que se enfoca en la libertad de expresión, privacidad y datos personales, derechos de autor y acceso al conocimiento.
El informe de Chidas en Línea contiene datos útiles sobre la situación de las mujeres en México, como con quién deciden hablar las mujeres y las niñas cuando sufren violencia digital. En su encuesta, el 29% de quienes respondieron dijeron que primero acudieron a sus amistades para obtener apoyo; el 26% habló con su familia; el 6% solicitó ayuda a las autoridades escolares; otro 6% solicitó ayuda a sus parejas; y solo un 1% se acercó a la policía, la fiscalía o el Instituto de la Mujer. Ningún porcentaje significativo se acercó a las ONG. Sin embargo, el porcentaje más alto de encuestadas (30%) indicó que no buscó ningún tipo de apoyo.
En el informe, Derechos Digitales indica que hay una “falta de medidas para brindar acceso a la información y servicios a mujeres y personas LGBTQI+ en estos tiempos tan difíciles [de COVID-19]”.
“La investigación en sí misma fue un reto por la metodología y perspectiva que tenemos”, indicó Angélica. “La investigación abarca intersecciones que son un reto: primero investigar agresiones, comportamientos y efectos desde lo digital, segundo una perspectiva y análisis feminista y tercero dejar guardada en el cajón la mirada adulta y pensarnos a la escucha activa, el diálogo sincero y recíproco, sin juzgar por su edad o falta de conocimiento en seguridad digital y ver a las adolescentes como sujetas de derechos. Y la confianza, cómo le das la confianza a las adolescentes para que le crean a una cuenta de Instagram? [la de Chidas en Línea]. Por eso buscamos llegar con sus maestras, maestros, madres para que nos ayudaran a responder la encuesta. Luego, cuando fueron las entrevistas, escuchar sus historias me puso la piel chinita, aprendí mucho de escucharlas, y les agradezco la confianza al contarme las situaciones por las que pasaron y lo fuertes que han sido. Se aprende más escuchando que leyendo sin duda.”
2. IPANDETEC – Más abajo en el mapa, en Panamá, el Instituto Panameño de Derecho y Nuevas Tecnologías (IPANDETEC), también está monitoreando la violencia contra las mujeres y la población LGBTQ+. IPANDETEC promueve el uso y regulación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la defensa de los derechos humanos digitales en Centroamérica. Desde el inicio de la pandemia, IPANDETEC ha documentado la violencia de género en línea en Panamá, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana.
“Antes de la pandemia, la violencia de género en línea era un problema existente con un crecimiento alarmante. Cuando iniciaron las medidas de restricción a la movilidad y con ello, un mayor uso de medios digitales, nos vimos motivados en buscar aliados para emprender este monitoreo y en un futuro aportar estos datos para la formulación de políticas públicas que ayuden a una mejor convivencia en la red”, dijo Abdias Zambrano, Coordinador de Políticas Públicas de IPANDETEC.
Si vives en alguno de esos países y te has sentido vulnerable o fuiste blanco de un ataque en línea, puedes informar el incidente en el formulario de monitoreo de IPANDETEC.
3. Amaranta – Esta ONG feminista, ubicada en Chile, dirige el Programa Aurora, que investiga incidentes de violencia contra las mujeres (cis, trans, no binarias) en internet y a través de dispositivos. Para esto encuestaron a más de 500 mujeres en Chile entre marzo y junio de 2020. Los resultados de la encuesta, reflejados en su primer informe, destacan los problemas recurrentes, como violencia verbal, hostigamiento y/o acoso, y recibir sin consentimiento imágenes de desnudos de hombres. También perfila a quienes les atacan más frecuentemente: predominantemente usuarios anónimos o personas que usan perfiles falsos, pero también parejas, ex parejas y los hombres de su entorno. El efecto más recurrente de los ataques fue el impacto emocional.
Recuerda que si estás en riesgo, no estás sola. Si necesitas ayuda para mejorar tus prácticas de seguridad digital para mantenerte fuera de peligro, comunícate con la Línea de Ayuda de Seguridad Digital de Access Now, con personal conectado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y que puede ayudarte en español, inglés y otros siete idiomas.
4. TEDIC – Para empoderar a las mujeres, educarlas sobre la seguridad digital y los procesos legales, hacer visible el acoso digital y lograr que el problema reciba la atención que necesita, es necesario hacer campaña.
En el marco del programa CyborgFeministas, TEDIC lanzó la campaña Violencia Digital es Real, en octubre de 2020. TEDIC se define como una ONG paraguaya que desarrolla tecnología abierta y defiende los derechos digitales por una cultura libre en internet. El sitio web de la campaña ayuda a las personas a aprender sobre la violencia de género digital (los tipos de violencia, los tipos de agresores, los efectos de la violencia en línea), además de explicar los derechos digitales y lo que podemos hacer para detener la violencia. TEDIC destaca el caso de Belén, una estudiante de la Universidad Católica que afirmó haber sido acosada sexualmente por un profesor de la universidad.
5. Hiperderecho – La violencia digital impacta profundamente a las mujeres que son blanco de ataques, pero a menudo no hay consecuencias legales para los perpetradores. Parte de la razón es que las mujeres no cuentan con información sobre cómo llevar al agresor ante la justicia. También pueden carecer de confianza en algunos sistemas de justicia, preocuparse por los complicados procesos legales y sentir temor a represalias por tomar medidas para detener la violencia.
Para responder a estos desafíos, a finales de 2020 la asociación civil peruana sin fines de lucro Hiperderecho lanzó el proyecto “Después de la ley: Buscando Justicia de Género para mujeres y personas LGBTQ+ que enfrentan Violencia de Género en Línea en el Perú”. La iniciativa procura responder a las necesidades de mujeres y personas LGBTQ+ que han sufrido acoso, acoso sexual, chantaje sexual y difusión de imágenes íntimas sin consentimiento mientras navegan por internet, y que buscan denunciar estos delitos ante la justicia peruana. Además de acompañamiento legal, Hiperderecho brinda apoyo social y tecnológico.
6.Luchadoras – Esta colectiva feminista en México trabaja para llevar gozo y libertad a mujeres y niñas en espacios digitales y físicos, y tiene iniciativas especialmente dedicadas a defender sus derechos y garantizar la justicia. Su página web Justicia ofrece una guía sobre los procesos penales y proporciona datos relevantes de sus informes, como cuántas investigaciones sobre la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento permanecen en proceso, o cuántas sentencias se han emitido sobre estos asuntos.
Es hora de apoyar a las mujeres y poner fin a la violencia en línea en Latinoamérica
La violencia en línea es tan real como cualquier otra violencia, afecta la calidad de vida de las mujeres a las que se ataca, y sin embargo en muchos casos no se percibe tan grave y amenazante como es. Toda iniciativa que tenga el potencial de prevenir la violencia futura y que brinde apoyo a sus víctimas es necesaria para contrarrestar las repercusiones del acoso digital en todas sus formas. Acompáñanos en el agradecimiento y aplausos a las organizaciones civiles que están a la vanguardia de la defensa de las mujeres en espacios virtuales, tomando las “calles digitales” para enfrentar el desafío. Esperamos que también apoyes el llamado a los gobiernos de América Latina para que proporcionen los recursos legales, jurisdiccionales, educativos y tecnológicos necesarios para apoyar a las mujeres en riesgo.
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